Las ocultaciones de estrellas por asteroides son fenómenos más bien infrecuentes. Pero es aún más infrecuente que pase por un punto determinado de la Tierra porque la trayectoria desde la que se puede observar el fenómeno es muy estrecha. El 23 de febrero de 2018 ocurrió y se pudo observar desde el Observatorio Fabra, aunque con muchas dificultades. En primer lugar, el fenómeno fue a las 19:07, sólo media hora después de la puesta del Sol, por lo que todavía había mucha luminosidad y no se pudieron captar estrellas débiles para tenerlas como referencia; también estaba la Luna en cuarto, muy brillante y cerca de la posición de la estrella ocultada. Y por último, ese día teníamos programada en el Observatorio, a las 19h,  una visita de 40 personas a las que tuvimos que retener unos minutos mientras en la cúpula registrábamos el fenómeno.