¿Qué porcentaje de adultos le tiene temor, o pereza, a todo aquello que tiene que ver con matemáticas? Imposible determinarlo, pero todos sabemos que es alto. ¿Por qué no existe ese mismo sentimiento contra la historia, o la filosofía, o la biología, si todas ellas tienen sus propias dificultades? Quizás el secreto esté en la forma como nos aproximamos a las matemáticas durante los años de enseñanza. Si lo hiciéramos de una manera más lúdica, más relajada, tal vez en lugar de un sentimiento en contra, las personas adultas sentirían un gusto especial por todo lo matemático. En este taller pretendemos mostrar que se trata de una materia agradable y divertida.

En él se desarrollan trucos que parecen de magia pero que tienen una sencilla solución matemática. En cada uno de los problemas planteados los estudiantes participan activamente, manipulando algunos materiales y planteando soluciones alternativas de acuerdo con criterios personales. Se analiza el enfoque de los problemas para demostrar que, o bien nos planteamos restricciones que no se nos han impuesto, o bien pasamos por alto algún dato del problema, camuflado en el planteamiento.

Problemas planteados:

• Los dos ladrones
• Formar cuatro triángulos con 6 cerillas
• Quitando dos cerillas… dejar dos cuadrados perfectos.
• Proporción de hombres y mujeres en una familia
• Adivinar el número de cerillas
• Los dados mágicos
• Tapizar un tablero de ajedrez con fichas de dominó
• La división de un cubo en cubos más pequeños
• Cuánto mide el diámetro del círculo

A quiénes va dirigido

Este taller está diseñado especialmente para los estudiantes de la ESO, como un estímulo al análisis y al raciocinio, sin necesidad de lápiz ni papel. Puede presentarse también a estudiantes de bachillerato